Atención temprana (0-6 años)
Se puede realizar un diagnóstico inicial a partir de los 18 meses, y en algunos casos incluso antes. Por eso, a pesar de que los mismos no suelen ser definitivos hasta más adelante (entre los 3 y los 6 años) es importante llevar a cabo una intervención temprana de estos niños con el fin de aprovechar la plasticidad cerebral característica de esta edad que favorece que aprendan de forma más rápida.